jueves, 3 de septiembre de 2009

Ante todo, sinceridad

Tengo una luz en el espejo que no sé de dónde sale, y los labios rosas de leer poesía. Cosas que no ocurren cada día, como enamorarse de un barrio con nombre de cementerio o de una chica con nombre de canción. Pero hay burbujitas en el aire, la luna es un queso enorme (de los que sí me gustan) y en el río todo ha cambiado tanto. Así que me imagino un paraguas, jazz, otro río más frío y menos mío et qu'est-ce qu'il faut dire. Con los años he perdido imaginación y he ganado septiembres; anoche gané años, y fiebre también. Pero oye, espera, que hay cosas que con los años no cambian; como pensar en Florencia o quemar el pasado con los ojos bien abiertos, y una foto una sonrisa, o dos colores que te hagan temblar. Y tú despiértame si hace falta, sólo te morderé el pelo y amarrándote las manos te diré, soy tan fuerte, soy tan tú; y ya llevo veintiún recuerdos con hielo a mis espaldas.

2 comentarios:

Vida dijo...

Precioso!

Pua dijo...

Muy bonito!






PD: No te engañes, Vida no sabe leer.