viernes, 16 de octubre de 2009

Brainstorming

París tiene los dientes fríos y la mirada hambrienta.

Y en días como éstos me iría fácilmente a un bistrot del puerto de Marsella, como si no fuera la primera vez, como si me supiera de memoria todos tus guiños.

lunes, 12 de octubre de 2009

fear's a powerful thing

Siento no poder mezclar tu vida como querría hacer con la mía, haberte fallado en tantas cosas, llorar pero sólo cuando no estás, porque te siento tan cerca, pero me voy me voy me voy como siempre, como el primer día, como la ira y los pinchazos. Como si no me echaras de menos, que sí, como si no te quisiera, que claro; y a veces no nos damos cuenta de cosas que son tan claras, como de qué haría sin ti y de que tengo algo de miedo, pero que estoy bien aquí, tan bien como allí, o que de vez en cuando no, de vez en cuando no estoy muy bien aquí, pero es un tan no muy bien como allí. Ésta es tu música y tus pasos y tu voz; seremos esto, seremos tres días y volverá la nada, me helará las venas. Puedo afirmar que a veces la nada es suficiente, claro, pero por si acaso la guardaré en el bolsillo de las mentiras, yo que nunca miento y que tengo las manos tan frías. Así que de repente, en un instante, vuelven todas mis despedidas, el temblor de todos los adioses de mi vida. Así; así, de lejos me acerco y de cerca me alejo; y al próximo que me diga que no sé lo que quiero le partiré las piernas o le morderé la voz. En el fondo es cierto, esta torre es preciosa, y por lo que a mí respecta, hace mucho que sé cómo hay que tratar al miedo, y demasiado poco tiempo que sé que siempre he sido yo.

What if what you do to survive kills the things you love?


domingo, 4 de octubre de 2009

it's all the streets you crossed, not so long ago

Mi vida en prosa entre callejuelas de otros años y otros días; los dibujos de tiza ligera, diez años menos, otra forma de contar historias; sobre todo de entenderlas. Tenía el pelo igual de largo y una libreta forrada con migrañas, más ilusión y menos días, y nadie solía entender por qué entendía lo que entendía. La tiza y la lástima, pensar que estaba ahí pero podía irse ya, ahora mismo, tan fácil como cuatro gotas cayendo desde el cielo del quartier o de un tejado abuhardillado, tan fácil como el señor al que pagan para frotar y frotar el suelo con una escoba o una manguera o cualquier utensilio similar. Tan fácil como eso y en el fondo quién te dice a ti que vas a durar más que un dibujo, que no te irás borrando poco a poco como se difuminan los colores entre ellos, como se van comiendo, lamiendo los bordes, con insistencia hasta que no se reconocen. Y años después ahí está la prueba, ahí la tienes; años después, ¿vos también sos de tiza?
***
Un día decidimos que podíamos mirarnos sin pensar en otoños y relámpagos de luz y quisimos demostrarlo, aunque a veces no hay manera de dejarse el alma en la lucha, de borrar las palabras a golpe de cincel. Me acuerdo sólo de dos lluvias, una viva y otra menos pero en las mismas calles (no las de ahora sino las de siempre); una ciudad que no era pero parecía italiana, otra gente, otro candor, el puerto el mar o la muralla, correr por las esquinas, las mañanas, las mañanas sin noches, las noches sin mañana, éramos sombras y nos encantaba, perseguirse en los reflejos es mejor que nada, o eso dicen, o eso digo yo cuando no sé qué más decir, cuando no me escondo de las miradas, cuando aseguro que no hay vacío, que no importa la tiza, que hay que agarrarse al agua aunque la corriente nos arrastre, que siempre y hasta que nos erosione los dientes habrá que dejarse llevar.