sábado, 27 de junio de 2009

Acuérdate

(tú o quien sea)
de las noches que pasamos imitando temblores.

martes, 23 de junio de 2009

all things go, all things go

Teníamos espejos en los ojos
y nos mirábamos despacio,
como quien busca
canciones
en un yo de épocas pasadas.
Entre las noches desiertas,
botellas
y huellas en la arena
que empezaban a ver mundo
a deshojar recuerdos
como extraños con vidas paralelas
nos rociábamos la piel
de sal e historias ciertas;
el hábito hace al ateo y la
revolución
podía ser sólo de pensamiento,
pero era.
Aprendí
de ella el tequila y la grosella,
un par de autores nuevos
y mucho, mucho más;
de otros la cerveza,
las luces tibias, las barcas muertas
y la cálida rutina
de tapicería rasgada,
de saber qué toman todos
y cada cuándo
y cuánto.
Las ganas terribles de lo eterno,
el precio
del fin de semana y los
himnos a voz quebrada.
Después,
un diluirse extraño de las palabras
como si ya no hiciera falta
hablar para contarse nada
para decir
que los que ya no están siempre irán conmigo,
que nosotros
seguimos aquí en las mismas playas,
nos entendemos más que nunca y
que nuestras noches
que nuestra vida
así, entera,
como una broma macabra
hoy
se tambalea.

*****

Gracias, mil gracias a Vetusta Morla y Christina Rosenvinge por esta versión; y a Luis García Montero por el increíble poema Nuestra noche (vale muchísimo la pena leerlo entero...).

domingo, 21 de junio de 2009

summer in the city

El verano anuncia su llegada a golpe de orquesta, de canciones de verbena y de voz de cantante con acento peculiar al que no entiendo cuando habla (en serio, ¿es catalán o castellano?, ¿por qué suena a inglés?). Cada año los mismos dudosos himnos generacionales que, claro, hay que escuchar con las ventanas abiertas porque hace demasiado calor. Como aquel junio en que decían que había que estudiar mucho muchísimo, y acabé refugiada en la sala infantil de una biblioteca fingiendo que subrayaba con fluorescentes. O como cuando empezó a ser optimista ver las luces de colores en la plaza aunque las sevillanas no me dejaran dormir, porque significaba que se acababa el curso. Este año estamos en crisis y no hay luces, sólo adornos azules de papel, o eso creo ver desde el balcón; y no sé si ha habido sevillanas, pero los habituales se lo pasan igual de bien. Hoy Paquito el chocolatero ha estado a punto de sonar dos veces, y de madrugada he tenido que matar una araña con la bota porque campaba a sus anchas por mi habitación.

Esta marca concreta de zumo de naranja me recuerda increíblemente a mi infancia en una mesa que aún sigue allí; esos años en que el zumo era natural, exprimido, y tenían que ponerme mucha miel, más, más miel, porque siempre me parecía ácido y además odiaba la pulpa. Me he puesto a tocar el piano porque sí y ha salido una melodía sorprendentemente agradable, hasta que me he dado cuenta de que estaba demasiado basada en algo. Así que he decidido, simplemente, seguir cantando mientras cocía raviolis. La pasta no ha salido mal, y seguro que mis canciones eran más originales que las de la calle.

Summer in the city means cleavage, cleavage, cleavage
And I start to miss you, baby, sometimes
I've been staying up and drinking in a late establishment
Telling strangers personal things



miércoles, 17 de junio de 2009

Clic

La clave de la complicidad puede ser, al fin, un simple encabalgamiento de palabras; un encuentro casual en el espacio y el tiempo; un gesto común; un cruce fortuito de miradas. Hay una chispa inconsciente, un instante fugaz que devuelve el pensamiento a un lugar ajeno y al placer nostálgico de encontrarse en otros.

Tan fácil como un resorte que hace clic sin preámbulos; que al activarse se transforma en comunión atávica, en forma de brillo en los ojos o de carcajada. Y a veces, sólo a veces, el hechizo se repite y se fortalece tanto que uno termina por olvidarse de la descarga inicial, se acostumbra a la corriente en un circuito cerrado; la siente día a día, eterna, y poco a poco, va dando por sentado que es así y que así es porque no podría ser de ninguna otra forma.

Pero lo que nadie sabe (o muchos, que para el caso es lo mismo) es que esa chispa, al apagarse, como la ceniza que se desprende de la última colilla, o como tantas otras cosas en la vida, se desvanece y ya está; queda el rastro, quedan las manchas, pero ya está; el brillo se pierde en recovecos y ya no hay más.

Nada
más,
hasta el próximo que encendamos.
Por eso vamos buscando fuegos; por eso siempre llevo mechero.

viernes, 12 de junio de 2009

there is no love here and there is no pain

Faig uns horaris tan estranys que he dinat a les sis, i tota la nit que sembla que és de dia. Treballar massa em torçarà els nervis, però diuen que ajuda a no pensar gaire, i en general ja hi ha prou coses que millor que no rondin pel cap. Mentrestant vaig tirant a base de cafeïna i de substàncies similars; no sé què faré quan m'acabi el te autòcton: crec que serà com empassar-me una part de mi. I el noi de la fila del davant coneix tan bé la seva amiga (amiga i prou) que només li cal un "relájate" en veu baixa per evitar que es torni boja.

Jo m'emprenyo quan els endolls van massa durs i m'he de passar un minut de rellotge connectant-los; quan la coherència no em respon i només hi veig en abstracte o quan penso que m'he de llevar ben d'hora perquè un senyor que no sap qui sóc (ni ho sabrà mai, perquè ni a mi ni a ell ens interessa) em doni un paper que confirma que visc a casa meva. Però és que tot és tan surrealista; la noia del meu somni, tan maca que tot i no plorar es tapava la boca com si ho fes, que tremolava asseguda al terra en una habitació boirosa com de pel·lícula de Buñuel; i l'ell anònim que venia, la mirava amb un petó aquàtic i marxava...


lunes, 8 de junio de 2009

Mañana

Mañana (o pasado) voy a teñirme las venas de arco iris.

jueves, 4 de junio de 2009

Tal dia com avui

o la ironía de huir sin quererlo.

Lo siento como si. Pero a estas alturas no importa; siento tantas cosas que. Miro atrás y me detengo porque quizá.

Pero nada. Así que finjo que la punzada es postiza y pienso que, no sé por qué, me recuerdas a cerezas; que es tarde para eso y para lo demás, y que hace días que quiero decorar mi habitación, comprar unas cuantas flores y dejar de preocuparme por el ruido del ventilador. Y estas últimas tres proposiciones me parecen considerablemente aceptables, pero el resto, como siempre, no.


miércoles, 3 de junio de 2009

Coses que passen (de vegades)

De vegades necessito un punt de contacte, una estrella (pequeñita pero firme). De vegades un incendi en algun punt minúscul de la pell és més intens que les matinades d'un any sencer, o per casualitat em cauen les coses de les mans simplement perquè no les agafo prou bé.

De vegades, força literalment però també de manera literària, em torno relativament boja, amb una bogeria d'aquelles que surten als llibres i que tothom troba maques, i pensa amb admiració "oh, diuen que els genis són bojos". M'embruto les mans amb pintura que no veig, i les finestres esclafen els vidres; llavors tot és pols, tot és sorra i quitrà, alguna corba infinita de l'espai forma de cop un angle recte i la continuïtat del temps queda interrompuda més enllà de l'infinit. I és com si tingués son però alhora em desperto, obro els ulls amb una força que no és l'habitual, i aleshores, aleshores ja no sé què més dir per explicar-ho, només que m'aturo i els nervis se'm desvetllen per maleir i desafiar tanta fressa, tantes llums, per acceptar i comprendre amb sang renovada el moviment histèric de la lluna esverada, el so de les busques del rellotge, la fosca claror de l'ambigüitat...

lunes, 1 de junio de 2009

Pastissos de paper i altres ficcions

Diríem cinc paraules de plàstic amb els llavis al bany maria i tornaríem a saber que tot és qüestió de fregar els plats amb una esponja de mar, de somiar amb un pot de nit blava i un veler d'escuradents cap per avall; qüestió d'auscultar-nos sempre amb els ulls de xocolata, d'espiar-nos volcànics, d'amagar instruments de corda rere les cortines i a dins dels gots de taronjada.