domingo, 26 de abril de 2009

Axioma

Tengo que marcharme para dejar de recordar veranos.

jueves, 23 de abril de 2009

Víspera

Sé que a estas horas debería estar durmiendo con las persianas bajadas o traduciendo unos párrafos sobre genética que en este momento no llaman demasiado mi atención. Sé que París está muy lejos en el tiempo y el espacio y que aunque no fuera así una flor no fa estiu. Pero estoy cansada de estar aquí encerrada; tengo ganas de salir a la calle y aprovechar los reflejos del Sol para hacer fotos que sé que no me gustarán, observar las hojas granates y relucientes que he descubierto en el parque de mi calle, que también es el de parte de mi infancia (aunque ahora allí nadie lleve patines). Ir al río; ver el Tibidabo de lejos y a los chavales que corren persiguiendo un balón por el césped recién mojado, a la pareja que hace mimos a su perro junto al cartel con una silueta de caniche tachada con una línea roja bastante gruesa. O ponerme a tocar al piano ahora mismo, a las tres de la mañana; despertar a los vecinos porque sí, para que dejen de dormir y vivan de una vez, porque todo esto son horas perdidas: y hacerlo con un ruido atronador, porque en realidad ya no sé tocar nada; bajarme una partitura de Amélie como hice una noche de verano y que suene lo que Dios quiera. Pero si de Él tenemos que fiarnos, estamos apañados.

Aunque todo esto, en el fondo, sólo viene de que mañana es Sant Jordi y estaría bien no tener las amígdalas como globos, porque pocos días a lo largo del año resultan tan (no bonitos, por favor, esa palabra es tan hueca)...tan vibrantes. Es tan vibrante que no es un día, es una diada. Tan verde y amarillo y rojo intenso, tan épico con la lanza y el dragón, tan bullicioso en todas partes, tan esplendorosamente humano, y libros y rosas llenando de letras y perfume las calles y una bandera hecha con sangre que, por querida, si me gustaran las banderas y no creyera que son mentira, sería la mía.

martes, 21 de abril de 2009

so I'll just keep on laughing

i és que ahir potser pensava que, però no. Em ploren els ulls perquè hi ha poca llum, massa fum i jo no fumo gaire, més aviat poc, més aviat depèn de la setmana i de les ganes de trobar un reflex rere una mirada diguem-ne qualsevol. Quatre notes més i sona Boys don't cry. A mi em ve al cap que some girls don't either; que això en principi no és ni bo ni dolent, però que fet i fet segurament és força contraproduent.

Ara torno a tenir febre, però no passa res: el pitjor és precisament que ja m'hi estic acostumant i que no sé com desfer-me de tantes i tantes coses que em bullen al cap. Sé que cada cop tinc els ulls més foscos, les mans més febles i els records més llunyans, però avui era un dia especial simplement perquè una cançó ho ha dit durant molts anys, o perquè sovint la retina m'enganya i fingeix que veu una silueta enllà, enllà, amb uns colors i unes formes que no són de veritat. Llavors m'omplo els pulmons d'aire i em dic que és per això que no porto ulleres: per poder veure el món des d'altres punts de vista. I de vegades m'ho crec, i d'altres no gaire.

miércoles, 15 de abril de 2009

flashes de la migraña (o no)

Los días de mar de fondo, las noches de falta y excesos, esta sopa confusa de destemplanza y migrañas; sí, el martilleo ardiente de la migraña, temblor y presión y morderse los nervios hasta desgarrarlos, como quedarse nebulosamente ciego o describir sin puntos un torrente de variables porque los torrentes no frenan, nunca se paran; como este latir irrefrenable de mi cabeza, de mis pulmones, que laten y laten y laten y me van chupando la sangre, me abrasan el encéfalo, me arrastran en un rumor sofocado como si no existiera nada más.

Y mientras tanto escuchar mentalmente una canción de Vetusta Morla que dice cosas tan ciertas como las palabras que no existen nos pueden salvar, aunque en mi opinión tienen algunas mucho mejores (y eso no significa que ésta no sea genial).

lunes, 13 de abril de 2009

el goteo de las horas

***

Un despertar ausente sueña horizontes tibios.

Yo no.
La llovizna ahí fuera, el
saber que la mañana será infiel y oscura,
la ventana como reto.
Decir que bueno, oh killed; salir a aceptar el riesgo con los ojos brillantes.
Mientras tanto el goteo insistente de las horas,
de las notas,
de las hojas gorgoteo incesante que no deja respirar,
así sobre nosotros, así asegurando
que seguimos aquí
que seguimos allí
en ningún lugar concreto y en tantos a la vez;
que seguimos en pie y que no sueño,
no, yo no:
yo me mantengo en vela.

domingo, 12 de abril de 2009

Astromántica

Escribir es como contar estrellas, sólo que un poco más difícil. Es como enfilar sílabas con la yema de los dedos e ir tejiendo constelaciones de palabras.

La escritura no debe ser sólo automática; astromántica también.