domingo, 31 de mayo de 2009

Remedios

[...]
-Y tú, cuando sientes ese vacío, ¿qué haces?

Pensé que nada cambia demasiado, que yo sigo viviendo en lo de siempre: libros, música y algunas películas; bebo más de lo que debería y escribo peor de lo que quisiera, busco el reflejo de la luna en las olas y, aunque sea tópico, me dejo arrastrar por las estrellas y por las luces de la ciudad. Y entonces, sólo en algunas ocasiones, siento de repente que si el vacío es esta nada inalcanzable, en realidad nuestra vida está llena hasta los bordes.

Eso bastaría como respuesta, si no fuera porque a veces no es un vacío lo que te ahoga; es algo mucho peor.

miércoles, 27 de mayo de 2009

27 de maig

Las calles de siempre. La gente de siempre sentada en los mismos bancos, los mismos brazos al aire, un sol radiante; camioneros descargando cajas de cerveza, un perro labrador blanquísimo que saca la lengua, hombres de negocios maletín en mano, muchachas con la cartera colgando, un profesor algo canoso que las pone nerviosas sólo con pasar. Una tienda de bocatas en cadena y sí, la Diagonal que no interrumpe nunca su ir y venir de locales y visitantes, su condición de vena y arteria de la ciudad jamás durmiente.
Pero hoy algo huele diferente, no sé, hay algo electrizante en el aire; lo llaman expectativa, o ansiedad, pero de la positiva, de la de quien sabe que se juega algo importante, pero que si lo pierde no pasa nada, porque sólo en jugárselo ya ha ganado más de lo que cabía esperar. Carteles por todas partes anunciando la hora, por si alguien aún no la supiera, letras de colores, gente que grita más de lo normal, camisetas que algunos ya ni sabían que tenían (incluso una de Cruyff de los años setenta)... y un ambiente generalizado; las radios no hablan de otra cosa, las teles ya no saben cuántos programas extraordinarios dar. Y no sé qué va a pasar hoy; me gustaría, claro, que para una vez que esta ciudad (y este país) se pone de acuerdo en algo y lo siente de verdad, esa comunión sirviera para algo; y que esta noche estalláramos, que vibráramos con dos colores que, sacados de contexto, podrían haber combinado realmente mal, pero que así son algo más que dos pigmentos. Sé que hace un par de días soñé que perdíamos, Eto'o empataba y acabábamos llevándonos la tercera a casa. Y recuerdo el gol. También sé que es bastante la gente que habla mal del fútbol, y en realidad yo solía pensar algo parecido a lo que piensan ellos: no tiene importancia.
Y no, no la tiene, en absoluto. Y no debe convertirse en una cortina de humo, en eso estamos de acuerdo. Pero si algo puede unir así a la gente y hacer que existan días como éste; si algo puede hacer disfrutar a los que sufren malos tiempos, que no son pocos; si algo puede hacernos pensar más en nuestras similitudes que en nuestras diferencias, no sé ellos, pero yo firmo.

lunes, 25 de mayo de 2009

Fragmentos de un vals nocturno

Fases REM fragmentadas y dar vueltas entre estas sábanas porque la almohada adopta esa textura de masa pegajosa, la de cada verano (aunque todavía sea mayo), la que parece que haga que crezcan telarañas entre el pelo cuando por fin me precipito en el sueño. Y veo a alguien que se parece a ti en un cuerpo que no es el tuyo, vidas entrecruzadas, un montón de libros viejos y papeles que arranqué de una libreta, quizá por casualidad, quizá por menosprecio, pero sobre todo por fingir que no eran para ti; y partituras desordenadas, apuntes gastados, una mirada fija virtual, tus manos que no son tus manos temblando; hablas de nombres de gente que no existe, los repites como si fueran a salvarte, los encadenas como un conjuro secreto y luego te detienes, ahora sí me miras de verdad, me clavas unos ojos que sí son los tuyos y, de lejos, susurras que lo sientes, que no. Que no, y querrías decir algo más, pero la voz no te responde, y desearías que ese "no" no fuera un "no", porque en realidad no lo es por decisión propia, es sólo que ya no puedes seguir revolviendo papeles que huelan a mí. Que hacerlo dolería demasiado. Y no lo dices, pero lo entiendo mejor que nadie. Y entonces, yo me retiro como los púgiles, no por cansancio, sino por respeto.

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En mi cabeza suena esta canción,

pero hay que mencionar que es una adaptación de este (gran) poema.

Take this waltz, it's been dying for years.

domingo, 24 de mayo de 2009

sometimes in the morning

"Por estas cosas quiero irme, por estas cosas huyo noche sí y noche también. Se apagan las farolas a mi paso, y no es una metáfora ni una canción de hip hop aunque lo parezca, es una verídica e inoportuna casualidad; y cuando ya he pasado vuelven a encenderse, maldita sea, qué mierda de ciudad. Hay algo que dice que no debería estar aquí, en estas calles, hay algo que falla en todo esto y no sé. Como llegar a casa, ver la tele encendida y decir "eso es Scarface, ¿no?" y que una voz condescendiente responda "no, es El precio del poder". Algo equivocado en mi vida, una pieza que no acaba de encajar en el puzzle humano."

[marzo de 2009]

Marcharse, marcharse. Marcharse no siempre es huir; yo no huyo, busco más, confío en paladear lo diferente. Porque ignoras que el aire de cada ciudad sabe diferente hasta que lo pruebas; no sabes que el color del cielo no es igual en dos lugares distintos, ni que la gente no tiene el mismo caminar. Y eso hay que sentirlo por lo menos una vez en la vida; el problema es que cuando empiezas no puedes parar.

Y aun así, a veces marcharse parece que inconscientemente es algo más; que cualquier puto lugar del mundo sería mejor que esta ciudad absurda y que este desasosiego, esta impotencia de mierda; pero lo que tú no sabes es que no es de eso de lo que hay que huir, que es inútil; porque lo que de verdad hiela los huesos, lo que corroe las entrañas y se agarra a la garganta nunca, jamás viene de fuera: está dentro, siempre está dentro aunque a veces se oculte en un rincón. Y de eso, amigo, no se aleja uno tan fácilmente, de eso no hay quien huya: eso te persigue, te da caza día a día, y se queda contigo toda la vida.

miércoles, 20 de mayo de 2009

Norte

Una vez fui violeta;
tú eras siempre boreal.

lunes, 18 de mayo de 2009

astromántica (I)

Hasta los jirones
del asalto
hay que romper los pinceles
hay que dejarse la piel
fuera, más allá
dejarse largas las entrañas
besar sin pestañear
hay ventanas que no dan
al horizonte ni al mar
pero la vida sigue igual
con asfalto, con matices
tocar madera
sentir
es aprender a caminar
virar con el viento
y apurar;
remendar tapices,
pintar con las manos,
rebañar palabras.

sábado, 16 de mayo de 2009

Mediterráneo

Tengo bajo los pies el mar, el agua que se marcha y vuelve, el reflujo de las olas, el vaivén indeciso de la terca marea, los espacios salados y las huellas a medio borrar. Es inexacto decir eso; sería más fiel decir que está ante mí; que el hecho de que la arena en que estoy sea más densa y esté más elevada no significa nada. Así que tengo el infinito ante mis manos, la luna de un naranja vivísimo en el cielo inmediato, y un triángulo perfecto otra vez; la arena y la sal en los pies y canciones en el pelo. Y dejo mis huellas en la arena casi sin querer, persiguiendo una ola (una hora) cualquiera con el fervor del alcohol en vena, con el desasosiego de quien no espera nada ni tiene nada que perder.

Veo la inmensidad eterna, la levedad del ser, la falta de razones sólidas: la ausencia de principios innegables. Si ni siquiera el mar permanece en su sitio, hay poco que yo pueda hacer para cambiar el mundo. [Me gustaría que ahora te fueras.] Y camino entre las barcas aunque haya pocas y aunque nadie pregunte y nadie aparezca de repente; camino aunque mis huellas estén solas y demasiado separadas y no importa; no importa porque en pocas horas estas mismas olas las habrán borrado, y no quedará rastro de mí en esta playa. En esta arena que es tan mía y es tan tuya, tan de todos, pero que ya no sabe prometer nada.

La luna, tan naranja como una mandarina, es más pálida a cada minuto, y precisamente hoy no dejaba de escuchar esta canción. Juro que es lo que siempre he pensado, que me da escalofríos y que no habría podido explicarlo mejor:

El sentido a una vida demasiado a la deriva,
el porqué de este escrito,
el patrón de mis cenizas;
el mar Mediterráneo.

[Facto Delafé y las Flores Azules - Mediterráneo]

viernes, 15 de mayo de 2009

Lost in expectation

Ya nadie regala caramelos hoy en día; nadie reparte chupa chups, nadie envía postales. Y son muy pocos los que escriben a mano o cuentan mentalmente, pero son más que los que observan el mundo como si hubieran nacido ayer. Yo he dejado de mandar felicitaciones personalizadas, de soltar no diré que tal y cual y decirlo igualmente porque sólo lo hago una vez al año. He dejado de escribir moñeces sobre la amistad porque ya no me las creo, de regalar bombones una vez al mes o de desear que las felicitaciones duren muchos años más. Lo he dejado como quien deja de fumar, y en el fondo he tardado demasiado.

No sé la edad que tendría cuando leí El cuervo entero por primera vez, pero ya era algo rarita y recuerdo que durante unos días quise llamarme Leonor. Claro que entonces yo no sabía que en realidad Leonor se llamaba Lenore, ni tampoco que una niña de sangre azul poco republicana le usurparía el nombre en este nuestro "estado" de la pandereta (el copyright de esta genialidad es de mi abuelo). El caso es que el ¡Nunca más! de Poe me marcó bastante aunque, no nos engañemos, era joven y se me pasó rápido. Pero ahora, años después, leo ese nevermore y parece un poema tan distinto que me entran escalofríos.

Esta serie me gusta tanto que se me olvida parpadear.
(es un poco electromagnética, la verdad)
Y entonces me pican y me duelen los ojos hasta que lloro, porque, seamos sinceros: esta noche es imposible no llorar.

lunes, 11 de mayo de 2009

Festes de Maig

Sé que no he nascut aquí però de vegades és com si fos casa meva.

I aquí, al costat de la via (jo que no sóc dona de trens, o potser sí), hi ha aigua i foc, un dimoni de mentida i consignes que no em fan gaire el pes. Mirem el cel com canvia de colors, la música que fa transicions poc dissimulades i que és la mateixa de cada any; però en el fons ens és igual, així és més acollidor, més com sempre. I m'agraden les llumetes dels vaixells en la distància, les flames que s'enlairen de mica en mica i van menjant-se la fusta, l'infern en miniatura, el dimoni que es va fonent i la fusta que cau i només deixa dempeus l'esquelet. L'última bafarada sanguinolenta que se'l menja del tot, les espurnes que s'enduu el vent i les brases tossudes que encara cremaran una bona estona, fins que tothom hagi fugit del lloc del crim, fins que no quedin mocadors verds, fins que la tele deixi de gravar.

I, you know, demà veurem Manel i serà ben a la vora del mar i del record d'una ciutat romana.

domingo, 10 de mayo de 2009

La insoportable levedad del ser o no ser

Soy
la parte más pequeña de la cuenta
el rastro de mirada
que se clava en el retrovisor
el rayo de luz enferma
que acaricia la mañana.

Soy la última carta
de la baraja,
ese maldito céntimo que no ganas
y un puñado de números impares
como el temblor que surca tus mejillas,
la mitad de tu pupila derecha
verde, gris o negra
y el octavo de un cuarto
de cada uno de mis pasos.
Pero
soy, y es justo
decir
que aunque mi ser es como todos
leve e insoportable,
el ser de mi ser
es más ser que no ser.

sábado, 9 de mayo de 2009

"mi Ciudad"

Fa dies que comença a ser estiu: els mosquits ja entren a casa i de mica en mica se'm va torrant lleugerament la pell, tot i que un fenomen estrany que no acabo d'entendre fa que tingui més fosc el braç dret que l'esquerre. La música em pot canviar el dia si sento Marlango des de la biblioteca perquè algú amb un criteri sorprenentment encertat n'ha endollat un CD a la plaça del campus. I em descol·loca, i penso en la immensitat d'aquests petits plaers i, no sé per què, en el que he somiat aquesta nit. Que no té gaire relació amb res, sinó que era la seqüela d'un somni que no és la primera vegada que tinc. Algú, un grup de gent que ni recordo qui era ni em preocupa especialment, em demanava que fes una mena de ruta turística per la meva ciutat, la ciutat gris, impersonal i aliena on vaig néixer però d'on mai m'he sentit, i jo els deia que érem a l'altra banda del riu, al barri més elegant, i que no n'havien de fer cas perquè aquesta zona no tenia res a veure amb la meva i la de la majoria dels mortals.

Passa que a l'altra banda del riu, en realitat, no hi ha cap barri similar, sinó que hi ha Barcelona. I que els barris en qüestió, a més, no són precisament benestants. Però al somni jo sabia perfectament per on em movia, les cases eren blanques, engalanades amb banderetes de colors, i fins i tot hi havia un edifici modernista (?). "La meva ciutat" no s'assembla gens a això, però un cop desperta he estat capaç de reproduir mentalment gran part del recorregut oníric. I llavors m'he adonat que no era el primer cop que visitava aquells carrers, però que només existien de nit, i gairebé sense saber-ho he recordat un Llibre amb majúscules i he sabut que, al final, tot lliga.


Entro sin saber cómo en mi ciudad, a veces otras noches

salgo a calles o casas y sé que no es mi ciudad,

mi ciudad la conozco por una expectativa agazapada,

algo que no es el miedo todavía pero tiene su forma y su perro y cuando es mi ciudad

sé que primero habrá el mercado con portales y con tiendas de frutas,

los rieles relucientes de un tranvía que se pierde hacia un rumbo

donde fui joven pero no en mi ciudad, un barrio como el Once en Buenos Aires, un olor a colegio,

paredones tranquilos y un blanco cenotafio, la calle Veinticuatro de Noviembre

quizás, donde no hay cenotafios pero está en mi ciudad cuando es su noche.

(...)

62, Modelo para armar - Julio Cortázar

martes, 5 de mayo de 2009

Spleen

Ahora empezaré a ahogarte con los dedos igual que con las palabras y preferiría que no gritaras; hay quien lleva meses gritando sin hablar y se acabó, se acabó el río y los paseos distraídos, las ganas de arreglar el mundo, las idas y venidas y la montaña rusa de papel mojado, los castillos de cartas y de arena fina, dejarse las uñas largas para arañarnos mejor. Se acabó tu verano, tu invierno y primavera; yo me marcho a mi otoño destemplado, a una calma áspera y hueca de las que dejan un vacío en los pulmones, a una calma spleen de las que aprendí con Baudelaire, turbia, brutal y desagradecida, pero calma al fin y al cabo.



Maybe I would have been something you'd be good at
(but now we'll never know)

[Tegan and Sara - Call it off]

sábado, 2 de mayo de 2009

Días azules

No saber dónde estás porque la noche se ha vuelto demasiado larga o no querer saberlo porque todo lo demás es demasiado corto, como esta vida y esta copa.

El resultado es el mismo: Mar y olas y playa y el pelo rojo enmarañado; las botas mojadas, cantar sobre las barcas y el olor de algo pasado, una mezcla de sal y días extraños. A veces sueño o escribo cosas premonitorias y ésta es una de ellas.

Ahora dicen que sólo puede escribirse sin acento y me parece terrible, porque no tiene nada que ver con solo y yo no tengo la culpa de que la gente no sepa escribir. No es lo mismo beber solo que beber, sólo. Llovía, aunque hoy ya no. Y hay tanto que no entiendo.


Dónde están los días y ese azul
(... );
ese azul nos va a matar.

[Iván Ferreiro - Días azules]