Por si acaso cae la noche me perderé en las sábanas. Por si acaso se rompen, caminaré hasta que me duelan los nervios. Por si no sé adónde voy, iré a todas partes. Por si París se hunde, volaremos siempre. Por si duele demasiado, nos daremos la mano. Y si las manos se nos escarchan, esperaremos la noche... Otra vez.
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