domingo, 17 de enero de 2010

the same old fears.

De la place du Tertre sale un rastro de tinta y otro de sangre; yo sigo la lluvia sin paraguas, sin apenas necesidad. Las formas todavía son las mismas, sólo cambian los colores, las parejas de la mano por el Louvre, los visitantes solitarios del Père Lachaise. Desmenuzamos las grandes palabras para que el aire no nos falte demasiado, nos perseguimos acechantes para ayudarnos a escapar. Hace tanto tiempo que me arrastro que no puedo ni voy a hacerlo más; y un terrón atascado en la garganta. Sé que tengo un verso en algún lugar del paladar; sólo quiero poder encontrarlo un día; deshojarte, quizás. De vez en cuando brindaremos para destrozar las pausas, porque la certeza no es lo mío, y a veces pierdo el equilibrio. No es cierto que no estudie colocarme estratégicamente tras un cuadro de Magritte, ni que no oscile; tampoco que no espere nada. Sí espero: espero que nunca no sea demasiado tarde. Espero que podamos dormir tan fuerte que no nos desvele el silencio; que si pedimos la libertad no nos den fronteras.

1 comentario:

Anónimo dijo...

quan escrius del teu parís em sembla que també podria ser el meu i que jo també trobaria un rastre de tinta i un de sang. but i'm not gonna see those places (aquest m'ha fet plorar una miqueta)

angie