viernes, 31 de julio de 2009

Rincones de la ciudad fantasma

Como aquella plaza, mercado improvisado entre artesanos y guiris pijos, con el colofón de cinco o seis reductos de tíos tirados en el suelo, en los bancos, recostados en portales y escaparates. La cara cubierta de mugre, la piel aparentemente morena, pero no del sol; y el humo tan adentro que me apostaría algo a que no saben si es lo que tienen en la boca o es que ya viven en el humo. Ahí, preparándose un pico frente a las ruinas romanas que, en realidad, son sarcófagos; fumando crack frente a las tumbas que quizá fueron de patricios, de niños mimados que pagaron un dineral por dormir el sueño eterno allí, para acabar detrás de un cristal financiado por el ayuntamiento después de años de intentar que nadie se implicara y se pudiera echar abajo, porque claro, a quién va a gustarle esto cuando podría haber pisos. Y ahora llegan dos más con un perro que se rasca, las pulgas no perdonan, y dos porros más, y la voz desgastada, las manos que tiemblan, el estado hipnótico, y las tumbas que miran, que observan, tampoco perdonan, que no dicen nada desde hace tantos años, que siguen ahí calladas y lo han visto todo, y desde ahí ven la vida, ven la muerte, ven cómo los vivos se matan uno a uno. Y un chute que sube y un yonqui que se ríe, y a carcajadas, porque oye, dice, yo estaré muerto pero por lo menos habré vivido, entre tumbas, mierda y humo pero por lo menos, por lo menos no me paseo en vestidos de diseñador comparando collares de plata con la mirada muerta, y vuelve a reírse, no tiene dientes y en realidad no tiene nada, pero se ríe. Nunca la vida y la muerte habían estado tan juntas, o sí, o quizá mejor sería decir que la vida y la muerte, aquí, en esta ciudad que lo ha visto todo y no sabe nada, en este país que lo ha visto todo y no sabe nada, en este mundo que... aquí, aquí siempre han estado juntas, a uno o dos gramos de distancia, o vete tú a saber.

3 comentarios:

Vida dijo...

El final, brutal!

Eva dijo...

Uf! Genial.

Anónimo dijo...

M'ha agradat molt a mi també. T'has adonat que ja tens 33 entrades? Són moltes! Jo només en tinc 9 i em costa! Has d'aprofitar aquesta productivitat per escriure llibres i coses molt llargues que jo em llegiré encantada :P

angie