lunes, 27 de julio de 2009

Moraleja

La niña tenía dos ojos y a medianoche hay algo que dice a las miradas que tienen que ser más finas, como las agujas o un collar de fotones. El detergente azul y blanco (tantos tonos de azul, ah, ¡tantos!) es tan apetecible que tiene que estar hecho expresamente, un fabricante de detergente tiene que ganarse la vida pero puede ponerle imaginación, y así claro que surge: mira, lo haremos así, todos querrán comérselo y diremos, así podremos decir. Niña no lo toques, niña, sé buena niña, niña. Es añil y nacarado, es capsulitas de mar (saladito saladito), pero si no eres buena niña, niña, se te licuará el cerebro, se te pudrirán los ojos.

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